Prácticamente toda nuestra actividad se basa en desarrollar salidas al mar, en la zona litoral o en embarcación, para llevar a cabo el muestreo y la toma de datos de ambientes o comunidades biológicas específicas. Posteriormente nos trasladamos a nuestras instalaciones para realizar el estudio de gabinete, con la instrumentación adecuada de las muestras obtenidas y el tratamiento correspondiente de los datos. En todo este proceso los participantes participan directamente tanto en la toma de datos y muestras, como en el estudio posterior mediante la confección de preparaciones microscópicas, su observación al microscopio, la obtención de microfotografías, el procesado de los datos, la obtención de información científica relacionada y la elaboración de los resultados correspondientes.
Un "mundo" que pasa desapercibido por ser prácticamente invisible a simple vista pero que posee una importancia biológica trascendental como alimento universal para organismos que viven nadando en la columna de agua con independencia de su tamaño, desde las ballenas hasta los diminutos crustáceos que forman parte del mismo plancton. Estudiamos este ecosistema muestreándolo en salidas al mar mediante redes de plancton o botellas hidrográficas, para después estudiar sus componentes bajo el microscopio en nuestras instalaciones. Aquí identificaremos las especies representativas y sus adaptaciones al medio, además de practicar con las técnicas de microfotografía en sus diferentes versiones disponibles en el equipamiento de Oceanus. La identificación de sus componentes permite evaluar su importancia ecológica y su papel como bioindicador de la calidad de las aguas litorales. Esta actividad se desarrolla habitualmente a partir de salidas de muestreo al mar en embarcación y una serie de sesiones de estudio en las instalaciones de Oceanus.
Puede pensarse que las playas de arena, por ser quizás el ecosistema marino más utilizado por el público en general, debería ser el más conocido en sus aspectos como sistema natural, pero no es así. Su origen, su funcionamiento en cuanto a los movimientos de la arena por la acción de viento y oleaje y por los organismos que se pueden encontrar viviendo adaptados a este ambiente tan dinámico, inestable, especialmente inhóspito y selectivo, no resultan muy conocidos para todo el mundo. El estudio de este ecosistema lo efectuamos a través de una o varias salidas de muestreo y estudio en algunas playas de la zona para registrar las características morfodinámicas de sus diferentes tipos, sus perfiles y las especies de flora y fauna asociada y las adaptaciones a su ambiente.
Tiene un especial interés para la concienciación sobre la conservación del medio marino, el estudio “in situ” del impacto antrópico representado por la urbanización extensiva sobre la zona interior de la misma playa original, el impacto de los vertidos de aguas residuales, las obras de “estabilización” de la línea de playa y su efectividad en relación con actuaciones de “regeneración” de playas, la gestión de los restos de Posidonia y otros aspectos importantes para la comprensión de la playa como sistema natural con un futuro muy complicado en el que encontramos ejemplos muy claros de procesos de regresión.
Muy bien representadas en nuestro litoral, las costas rocosas constituyen un sistema natural con unas características particulares que determinan la flora y la fauna y las comunidades biológicas que allí se localizan. La disponibilidad de un sustrato estable al cual fijarse es un factor determinante. La superficie rocosa se recubre de algas, colonias de animales sésiles (esponjas, briozoos, anémonas, moluscos, etc) que son capaces de resistir la acción del oleaje y además atraer a otros organismos, esta vez móviles, que viven nadando en sus proximidades, arrastrándose sobre el fondo o aprovechando las grietas de esa cubierta vegetal o animal que recubre el sustrato rocoso. El ambiente en el que viven estas comunidades biológicas es muy severo. La energía mecánica del oleaje puede arrancar a las formas fijas al sustrato, la iluminación solar, variable según la orientación o la presencia de grietas o pequeñas cuevas determina las posibilidades de supervivencia de algas que necesitan la luz para la fotosíntesis. En los niveles más superficiales, en función del oleaje o de la acción de las mareas, se sitúan comunidades cuyos organismos, especialmente adaptados a la alternancia emersión/ inmersión, a la radiación solar y a la evaporación y desecación, sobreviven y se desarrollan en un ambiente de condiciones ambientales extremas.
La aproximación a este conjunto de comunidades biológicas se lleva a cabo mediante salidas de muestreo y estudio a lugares seleccionados para la toma de datos de variables ambientales y el muestreo de sus componentes bióticos. Después, en una o varias sesiones, en las instalaciones de Oceanus, se estudian al microscopio las muestras biológicas, se procesan los datos y el registro foto- o videográfico obtenido y se establece una síntesis de la fauna, flora y estado de conservación de estas comunidades, las adaptaciones de los organismos que alli viven y el grado de afección por la actividad humana (vertidos, construcciones, etc.).
En el límite del mar es donde empieza la tierra firme en sus distintas formas, como son las playas de arena, de guijarros y bloques (redondeados y aplanados por la constante acción erosiva del oleaje), o las costas rocosas más o menos escarpadas, muy frecuentes en nuestro litoral. En todos estos lugares encontraremos plantas adaptadas a vivir en estos hábitats. En las zonas donde hay sustrato arenoso la arena se dispone formando cordones de dunas de orientación paralela a la línea de costa y con diferentes alturas en función del grado de protección frente al viento marino. En la primera duna, la más cercana al mar, se presentan unas condiciones de movilidad de los granos de arena que permite su colonización por plantas muy adaptadas a los impactos de los granos de arena sobre sus tallos y hojas. El segundo cordón dunar tiene una altura ligeramente mayor y las plantas se presentan con mayor densidad y además las especies que se localizan en ellas son distintas respecto a la primera duna, y también son distintas según se encuentren a barlovento (donde incide el viento marino) o a sotavento (la zona más resguardada del viento). La vegetación pionera de las dunas, de forma gradual, se va a ver enriquecida con la presencia de especies leñosas de los matorrales litorales en los lugares más protegidos por el viento. Detrás de estas dunas, a mayor distancia del mar hay otro ecosistema distinto, es el denominado “post-país” o “back shore”, que es muy frecuente a lo largo de todo el litoral mediterráneo, donde se localizan marjales, albuferas, o pequeñas lagunas. Las plantas allí presentes son diferentes a las localizadas en las dunas. Además, en función de su dinamismo anual (presencia de agua en verano, naturaleza química del agua, presencia de salinidad, etc.) se establecerán en cada caso, las especies mejor adaptadas a tales condiciones.
Para conocer la dinámica de la vegetación litoral se realizan una serie de recorridos por playas, dunas, costas rocosas, acantilados, etc. En estos itinerarios se identifican las especies vegetales que se localizan en los distintos ambientes, a la vez que se va comentando el grado de amenaza que sufren, así como los parámetros más destacados de la autoecología de cada una de ellas para comprender su comportamiento y su ubicación en el entorno. Ya en las instalaciones de Oceanus se reúnen los datos e imágenes de campo que se van incorporando a un banco fotográfico de todas las especies presentes para evidenciar y registrar los distintos estados de cada planta a lo largo del año y en diferentes lugares.
El lecho rocoso del fondo marino y sus costas puede considerarse como el “recipiente” que contiene el inmenso volumen de agua de nuestros mares y océanos. En conjunto con el agua de mar y la atmósfera, constituyen los tres componentes abióticos determinantes del funcionamiento de los océanos como ecosistema. Su estudio es fundamental, no sólo por su interés científico sino también por la importancia de las actividades humanas que se desarrollan en su espacio. La composición de las rocas del litoral, su origen e historia geológica representa un testigo de la evolución de los océanos, aporta testimonios de los ascensos y descensos del nivel del mar en épocas pasadas y de su afección a organismos y ecosistemas pretéritos.
Para el desarrollo de esta actividad se organizan salidas al campo para la observación “in situ” de lugares de interés geológico en ambientes rocosos o el registro sedimentario en playas de arena, así como salidas en embarcación para la observación de la geomorfología litoral bajo una perspectiva exterior, sobre todo en las costas acantiladas tan frecuentes en nuestro litoral.
Las muestras, datos y el registro fotográfico obtenidos son estudiados después en las instalaciones de Oceanus.
En el Mediterráneo se pueden encontrar un total de cinco especies de fanerógamas (plantas que producen flores, no como las algas) Posidonia oceanica, Cymodocea nodosa, Zostera nana y Zostera marina, además de algunas otras de ambientes estuáricos o inmigrantes procedentes del Mar Rojo. Las dos primeras mencionadas se encuentran muy extendidas en todo el litoral desde nivel superficial hasta 20-30 m e incluso los 100 m. de profundidad en zonas de aguas muy transparentes. Posidonia oceanica forma praderas o "bosques" mientras que Cymodocea y Zostera forma "céspedes", recubriendo el fondo marino. Posidonia oceanica se considera una “especie ingeniera”, es decir, con sus estructuras, hojas, rizomas (tallos) y raíces, llegan a formar bancos y arrecifes compactos que determinan, no sólo las especies y comunidades biológicas que viven en ellos, sino que también juegan un papel muy importante en el control de la erosión en playas por su acción disipadora de la energía del oleaje y la retención de sedimentos en los niveles superficiales.
El estudio de estas formaciones se efectúa mediante observaciones “in situ” en niveles superficiales o en buceo con gafas y tubo (“snorkeling”) donde los participantes van provistos de sistemas fotográficos sumergibles para registrar sus estructuras, la fauna y flora acompañante y los detalles de su papel en la dinámica de las playas de arena. A partir del estudio de los arribazones (materiales arrojados por el mar a la orilla) de estas plantas, se estudia en Oceanus, su estructura morfoanatómica, su flora y fauna acompañante además de los datos e imágenes obtenidos mediante "bio-snorkeling".
Los peces constituyen el grupo zoológico que popularmente con más frecuencia se asocia de una manera inmediata con el ecosistema marino. Además, todo el mundo es consciente de su papel como recurso alimenticio a través de la pesca o de la acuicultura marina y de los problemas que se presentan con la regulación del esfuerzo pesquero en especies de alto interés comercial para evitar problemas de sobreexplotación. De aquí el interés por el conocimiento de la biología de este grupo de organismos y en esta línea se sitúan las actividades de Oceanus relacionadas.
A través de muestras procedentes de excedentes de pesca o de mercado, se estudian sobre ejemplares de especies seleccionadas de elasmobranquios (tiburones y rayas) y teleósteos (peces óseos) los aspectos fundamentales de su biología como por ejemplo, las adaptaciones a los diferentes tipos de hábitats, las adaptaciones a la flotación o natación, las estrategias de captura de alimento en relación con su anatomía y las diferentes modalidades de estrategias reproductivas.
Algunas actividades se relacionan con la fauna de peces de profundidad, procedentes de fondos batiales (500- 1.000 m. de profundidad aprox.) en las que se estudian las adaptaciones anatómicas de especies representativas en cuanto a percepción sensorial en un ambiente de casi completa oscuridad, la bioluminiscencia y sus orígenes y funciones y las adaptaciones para la captura de presas, no especialmente abundante a esos niveles de profundidad. Estas actividades se desarrollan en las instalaciones de Oceanus en donde se dispone de la instrumentación idónea para hacer las disecciones y las observaciones al microscopio o lupa binocular.
En la época estival extendida, aproximadamente desde junio hasta septiembre, aprovechando las condiciones favorables de temperatura del agua y el estado del mar propios de la época, se organizan salidas al mar, en lugares concretos para la práctica del “bio-snorkeling”, buceo elemental con gafas y tubo, accesible a prácticamente todo el mundo para realizar observaciones de la fauna y flora del fondo marino. Provistos de equipos fotográficos que se proporcionan y de manejo simple, los participantes registran los elementos de flora, diversos tipos de fauna, sésil como esponjas, briozoos, anémonas etc., así como móvil como peces, crustáceos, cefalópodos, etc., todo ello en compañía de monitores que indican los elementos que se van encontrado en el recorrido. Posteriormente, en el estudio de Oceanus, se descargan las tarjetas de memoria de las cámaras y se comentan las identificaciones y circunstancias biológicas de la fauna y flora registrada. Al final cada componente se lleva las fotografías o videos que tomó en el mar.
Una actividad especialmente adecuada para disfrutar en familia.
A través de acuerdos con instituciones de enseñanza pública y privada o por iniciativa de Oceanus y abiertos al personal docente interesado, el equipo de Oceanus organiza cursillos o series de talleres de campo y gabinete sobre temas de interés en forma de cursos monográficos sobre cualquiera de las áreas de actuación de Océanus al nivel adecuado, con el fin de contribuir a introducir e implementar actividades prácticas y materiales docentes relacionadas con los diferentes ámbitos de las Ciencias Marinas. Estos cursos monográficos se desarrollan a lo largo de 2 a 4 fines de semana (jornadas de sábado habitualmente) para no interferir con la actividad diaria a no ser que se especifiquen y acuerden otras posibilidades concretas.
Estos cursos abarcan temas diversos como son el estudio del plancton marino, el origen y evaluación de la contaminación en la zona litoral, morfodinámica de playas de arena, geomorfología de costas rocosas, “monitoring” de praderas de fanerógamas marinas, etc., siempre bajo la perspectiva de su utilización en la practica docente en diferentes áreas y niveles de enseñanza.
La asociación Oceanus dispone de los dispositivos más habituales para el muestreo en fondo marino y columna de agua y para la toma de datos en los diferentes ambientes marinos además de diversos sistemas de microscopia y micro- y macrofotografía idóneos para estas actividades.
En Oceanus contamos con miembros con gran experiencia docente e investigadora en los diferentes temas propuestos.
Sin lugar a duda, la contaminación es una de las amenazas más importantes para la conservación de mares y océanos. Los vertidos de aguas residuales de origen industrial, urbano sin depurar o con un tratamiento deficiente y las aguas excedentes de actividades agrícolas cargadas de nutrientes además del vertido directo de las aguas pluviales de las áreas urbanizadas, tienen un efecto fuertemente perturbador sobre organismos y comunidades marinas. Un capítulo muy importante de los vertidos al mar es también el de los residuos sólidos de origen antrópico, plásticos de diferentes tipos, vidrio, metales, etc. que aportan una visión de degradación del paisaje litoral además de ser vehículo de otros contaminantes químicos nocivos para la salud de organismos marinos y seres humanos.
En esta actividad, a través de una serie de visitas de estudio de playas de arena y costas rocosas, se identifican los residuos sólidos presentes en los arribazones y se utilizan como indicadores del origen del vertido. Al mismo tiempo, en los muestreos de campo, se valora de una manera preliminar la calidad de las aguas mediante medidas de sus parámetros físico-químicos “in situ” y la obtención de información de las especies vegetales y animales bioindicadores de la calidad ambiental. En esta actividad se estudia el funcionamiento general de las plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas, la importancia de su ubicación y la existencia bastante generalizada de emisarios que vierten sus excedentes al mar y sus efectos para comunidades biológicas y salud humana.
Oceanus organiza conferencias a cargo de especialistas invitados de reconocido nivel en diferentes ámbitos tanto en la investigación en Ciencias Marinas como en la lucha por la conservación de mares y océanos con la finalidad de divulgar sus actividades. Las conferencias, foros o sesiones de trabajo se llevan a cabo en las infraestructuras disponibles al efecto en numerosas localidades de la Comunidad Valenciana. Dependiendo de la temática y otras circunstancias concretas son anunciadas en diversos medios para el conocimiento general. Salvo en las reuniones monográficas de trabajo que están orientadas para especialistas.
Las conferencias están dedicadas al público en general y tienen entrada libre hasta completar el aforo disponible.
Igualmente, Oceanus organiza exposiciones temáticas sobre temas de su ámbito de actuación, en instalaciones especificas de localidades de la Comunidad Valenciana, bajo los criterios de divulgación para el público en general y con entrada libre.